MAS ALLA DEL DESIERTO
Por cuarenta años, la existencia de Moisés fue gris y árida, como el desierto mismo. Su horario y calendario, así como su itinerario, eran fijos, cerrados a cualquier cambio: se levantaba siempre a la misma hora para conducir las ovejas de su suegro al mismo campo, abrevar en el mismo[…]