INTRODUCCIÓN: QUE ES LA BIBLIA

“Felices los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”. (Lc 11, 28)

Es donde Dios nos relata  nuestra propia historia de la salvación a través de un mensaje de amor y misericordia infinito.

Esta lectura de la historia de la salvación debe ayudarnos a leer nuestra propia vida a la luz de la fe.

Toda la Sagrada Escritura, en efecto, está basada en una serie de hechos que el pueblo de Dios ha vivido, donde los creyentes descubrían al Dios que actuaba invisiblemente en su favor, con su misericordia y su sabiduría para salvar al pueblo con el que había hecho  una alianza inquebrantable.

Tanto en la vida personal de cada uno como en la historia de los pueblos y de la humanidad, Dios continúa actuando y continúa hablando. Solo depende de que nosotros lo dejemos actuar escuchándolo.

La Biblia nos ayuda a descubrir la historia de la salvación y nuestra propia historia. La Biblia no pretende informar sino transformar, salvar. Por eso Dios no habla a la cabeza, habla al corazón.

Alimenta y vigoriza nuestra fe, nos hace capaces de afrontar la situación presente con todas sus dificultades e incertidumbres y nos hará más capaces de captar la voz de Dios que habla en los acontecimientos de nuestros días.

Es un deseo de fe conocer la Biblia como testimonio para captar quién es Dios y cuál es su proyecto para la humanidad, donde Jesús es el centro tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento

Es una experiencia de Dios que se hace palabra para ser acogido en la fe la cual crece con la lectura de la palabra, que nos lleva al conocimiento de Dios.

Descubrimos a un Dios que es persona, que te habla a ti pero como es persona tú también le puedes hablar a El. El con su palabra, te enseña el camino de la salvación.

En síntesis, la historia bíblica recoge y ordena, desde el punto de vista de Dios y de la salvación del hombre, el conjunto de acontecimientos que transcurren desde el principio de la creación (libro del Génesis)  hasta la consumación del mundo. (libro del Apocalipsis)

La puesta por escrito de esta experiencia de Dios es perpetuar dicha experiencia para las futuras generaciones. La memoria es el eje en torno al cual gira la fe bíblica. Creer es hacer memoria de Dios. Es hacer memoria de la entrega de Dios, de su eterno amor y de su misericordia infinita.

Quedan invitados a vivir esta experiencia de Dios adentrándote lentamente en la lectura orante de la Biblia.

Luis Alberto Lopez  diplomado teologia PUC