Espíritu Santo déjame oír tu voz

Espíritu Santo déjame oír tu voz

El Evangelio de Juan nos dice algo muy interesante sobre el Espíritu Santo: “El viento sopla donde quiere. Tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu” (Juan 3,8).

Cuando dejamos actuar al Espíritu Santo, experimentamos algo en nuestra vida, pero no lo podemos explicar ni lo podemos controlar. No es posible prever todo lo que él puede hacer en nosotros, ni podemos calcularlo o contabilizarlo. Escapa a todos nuestros registros, siempre nos sorprende.

Permitámosle que haga lo que él quiera, porque seguramente eso será lo mejor para nosotros.

Porque él puede actuar en medio de una alegría o de una tristeza; puede regalarnos una gran emoción, pero también puede hacer una obra preciosa en medio de nuestra aridez; puede llevarnos a lugares que nunca imaginábamos, pero también puede hacer maravillas en medio de la rutina y la normalidad.

El actúa con total libertad y nosotros no podemos ponerle condiciones ni exigirle que lo haga de una manera o de otra.

 

JOIN OUR NEWSLETTER
Acepto recibir correos.
¿Quiere estar siempre al día? Ingrese su nombre y correo
We hate spam. Your email address will not be sold or shared with anyone else.

Su comentario