EL ESPÍRITU Y EL CUERPO ESPIRITUAL RESUCITADO
«Nosotros —enseña el apóstol san Pablo— somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como salvador al Se-ñor Jesucristo, el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene de someter a sí todas las cosas» (Flp 3, 20-21). Como el[…]