Dirijámonos al Espíritu Santo con las palabras del Veni Creator, un himno que la Iglesia ha rezado durante varios siglos. Unámonos espiritualmente a los hermanos de todo el mundo con estas hermosas palabras:
Ven Espíritu Santo, Creador, visita los corazones de los tuyos. Llena de inmenso amor estos pechos que creaste. Espíritu paráclito de Dios, altísimo don celestial, fuente de vida, fuego, caridad, y unción espiritual. Ven con tus siete dones, Dedo de la mano del Padre. Tú, promesa del Padre, que llenas nuestra boca de sabiduría.
Enciende tu luz en nuestros sentidos, infunde amor en nuestros corazones, y con tu potencia poderosa fortalece nuestra fragilidad. Rechaza al enemigo que nos domina y danos la paz verdadera, para que con tu auxilio divino evitemos todo mal. Haznos conocer al Padre eterno y a Jesucristo nuestro Señor.
Y que en ti, Espíritu Santo, podamos creer siempre. Sea la gloria al Padre, y al Hijo que resucitó de entre los muertos, y a ti, Paráclito, por los siglos de los siglos. Amén.