Ven Espíritu Santo. Hoy quiero entregarte todo, para vivir con plena libertad interior, sin aferrarme a nada, sin apegos que me esclavicen. Muchas veces me hago esclavo de tantas cosas y no soy capaz de renunciar a ellas. Así me lleno de tristezas e insatisfacciones.
Ven Espíritu Santo, toca mi corazón y regálame un santo desprendimiento, para que no pierda la paz cuando no logro conseguir algo, y para que no me angustie cuando algo se acaba.
Quiero caminar liviano, sin tanto peso en mis hombros. Quiero respirar libre, sin estar atado a tantas cosas y personas.
Quítame esos apegos, Espíritu de libertad, para que pueda caminar alegre y sereno. Amén