Ven Espíritu Santo, para que pueda encontrar sabiduría en medio de mis límites, molestias y cansancios. Porque el sol que se pone es tan bello cuando yo estoy sano como cuando yo estoy enfermo. Ayúdame a valorar la hermosura de las cosas más allá de mis estados de ánimo, ayúdame a disfrutar de lo que me regalas en medio de mis problemas. Porque mi vida no son sólo las dificultades, mi vida es todo lo que pueda experimentar, y cada día tiene su secreta hermosura.
Ven Espíritu Santo, y enséñame a vivir, porque muchas veces sólo puedo mirar lo que me preocupa, lo que me falta, lo que me desagrada, como si no existiera nada más que eso. ¡Y el mundo sigue siendo tan bello, y la vida sigue siendo ese milagro tan precioso! Ven Espíritu Santo, para que ningún día se pierda inútilmente en la negatividad y los lamentos. Ven a cambiar mi forma de vivir, para que pueda reconocer la parte buena de cada día. Amén.