Espíritu Santo, todo mi ser está hecho para el encuentro con los hermanos. Has puesto dentro de mí el llamado a caminar con los demás. Por eso estoy aquí, en tu presencia, para pedirte que alimentes mi sentido comunitario. Quiero aprender a trabajar con los demás. Quiero evangelizar en unión con toda la Iglesia que camina.
Enséñame, Espíritu Santo, a buscar caminos de diálogo y de unidad con los demás cristianos que luchan por tu Reino. Que nuestra santidad sea comprometida y comunitaria, y no busquemos salvarnos solos. Tampoco permitas que nos encerremos en pequeños grupos que se sienten superiores.
Toca nuestros corazones y nuestra mirada para que aprendamos a abrirnos a todos, para que podamos llegar a todos. Y danos la sensibilidad del amor para adaptarnos a lo que ellos viven, a sus inquietudes y necesidades.
Así caminaremos con ellos para extender juntos el Reino de Dios. Ven Espíritu Santo. Amén.