Evangelio según San Marcos 16,15-20
Entonces les dijo: Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará. Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán.
Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban.
Comentario del Evangelio
Una de las ideas más repetidas del papa Francisco es que nos convirtamos, de una forma más decisiva, en una “Iglesia en salida”, una Iglesia que sea como un “hospital de campaña”, una Iglesia que salga al encuentro de las periferias sociales y existenciales. No podemos contentarnos con reducir el cristianismo a un club de personas de bien, totalmente instaladas, ni en trabajar únicamente por su conservación.
La Iglesia de Jesús es misionera en su mismo ADN. Sólo se realiza de verdad en una cultura del encuentro y en la disposición a servir a los últimos. Jesús cuenta con nosotros y nos da la fuerza del Espíritu para que continuemos su misión.
Lecturas del día
Epístola I de San Pedro 5,5b-14
Queridos hermanos: Que cada uno se revista de sentimientos de humildad para con los demás, porque Dios se opone a los orgullosos y da su ayuda a los humildes. Humíllense bajo la mano poderosa de Dios, para que él los eleve en el momento oportuno. Descarguen en él todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes.
Sean sobrios y estén siempre alerta, porque su enemigo, el demonio, ronda como un león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos dispersos por el mundo padecen los mismos sufrimientos que ustedes. El Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna en Cristo, después que hayan padecido un poco, los restablecerá y confirmará, los hará fuertes e inconmovibles. ¡A él sea la gloria y el poder eternamente! Amén.
Les escribo estas palabras por medio de Silvano, a quien considero un hermano fiel, para exhortarlos y atestiguar que esta es la verdadera gracia de Dios: permanezcan adheridos a ella. La iglesia de Babilonia, que ha sido elegida como ustedes, los saluda, lo mismo que mi hijo Marcos. Salúdense los unos a los otros con un beso de amor fraternal. Que descienda la paz sobre todos ustedes, los que están unidos a Cristo.
Salmo 89(88),2-3.6-7.16-17
Cantaré eternamente el amor del Señor,
proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones.
Porque tú has dicho:
«Mi amor se mantendrá eternamente,
mi fidelidad está afianzada en el cielo.»
El cielo celebre tus maravillas, Señor,
y tu fidelidad en la asamblea de los santos,
porque ¿quién es comparable al Señor
en las alturas?
¿quién es como el Señor entre los hijos de Dios?
¡Feliz el pueblo que sabe aclamarte!
Ellos caminarán a la luz de tu rostro;
se alegrarán sin cesar en tu Nombre,
serán exaltados a causa de tu justicia.
Sermón de san John Henry Newman (1801-1890) Id al mundo entero. Proclamad la Buena Noticia
“Robusteced las manos débiles y fortaleced las rodillas vacilantes ” (Hb 12,12; Is 35,3)… Llevado por Bernabé y Pablo en su primer viaje apostólico, san Marcos les abandonó rápidamente para volver a Jerusalén (Hch. 15,38). A continuación, fue ayudante de san Pedro en Roma (1P 5,13). Es aquí dónde compuso su evangelio, principalmente después de encontrarse con este apóstol. Después, fue enviado por Pedro a Alejandría en Egipto, donde fundó una Iglesia, una de las más estrictas y de las más poderosas de estos tiempos de los principios…
El que abandonó la causa del Evangelio frente a los primeros peligros, se mostró más tarde a un servidor muy resuelto y fiel a Dios, y el instrumento de este cambio parece ser que fue san Pedro, que supo restablecer admirablemente a este discípulo tímido y cobarde.
Se nos da una lección a través de esta historia: por la gracia de Dios, el más débil, puede llegar a ser fuerte. Pues, no hay que poner la confianza en nosotros mismos, ni jamás despreciar a un hermano que da pruebas de debilidad, ni jamás desesperar de nadie, sino llevar su carga (Ga 6,2) y ayudarle a ir adelante…
La historia de Moisés nos muestra el ejemplo de un temperamento orgulloso e impetuoso, que el Espíritu amaestró hasta el punto de hacerlo un hombre de dulzura excepcional…:” El hombre más humilde que ha habido jamás en la tierra ” (Núm. 12,3)…
La historia de Marcos demuestra un caso de cambio todavía más raro: el paso de la timidez a la insolencia… Admiremos pues, en el caso de san Marcos, una transformación más asombrosa que la de Moisés: “Gracias a la fe, de débil que era, se volvió vigoroso” (cf He 11,34).