Por qué esta generación pide un signo?

Por qué esta generación pide un signo?

Evangelio según San Marcos 8,11-13

Entonces llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con él; y, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Jesús, suspirando profundamente, dijo: ¿Por qué esta generación pide un signo? Les aseguro que no se le dará ningún signo. Y dejándolos, volvió a embarcarse hacia la otra orilla.

Comentario del Evangelio

La incapacidad para reconocer la voluntad de Dios, que se muestra ante nosotros pero que hacemos todo lo posible para no ver, nos lleva a posponer continuamente la conversión pidiendo una señal más, una garantía más, una razón más. Es como si intentásemos negociar con Dios aquello que ya, en realidad, tenemos claro.

Nos metemos así en el laberinto de nuestro propio yo, creando obstáculos que nos ayudan a enmascarar nuestra falta de confianza y de decisión. Y nos justificamos a nosotros mismos con un falso providencialismo hipotético: “si Dios esto”, “si Dios aquello”. Jesús dejó a los fariseos con la palabra en la boca y se fue a la otra orilla del lago.

Lecturas del  día 

Epístola de Santiago 1,1-11

Santiago, servidor de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de la Dispersión. Hermanos, alégrense profundamente cuando se vean sometidos a cualquier clase de pruebas, sabiendo que la fe, al ser probada, produce la paciencia. Y la paciencia debe ir acompañada de obras perfectas, a fin de que ustedes lleguen a la perfección y a la madurez, sin que les falte nada.

Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que la pida a Dios, y la recibirá, porque él la da a todos generosamente, sin exigir nada en cambio. Pero que pida con fe, sin vacilar, porque el que vacila se parece a las olas del mar levantadas y agitadas por el viento. El que es así no espere recibir nada del Señor, ya que es un hombre interiormente dividido e inconstante en su manera de proceder.

Que el hermano de condición humilde se gloríe cuando es exaltado, y el rico se alegre cuando es humillado, porque pasará como una flor del campo: apenas sale el sol y calienta con fuerza, la hierba se seca, su flor se marchita y desaparece su hermosura. Lo mismo sucederá con el rico en sus empresas.

Salmo 119(118),67.68.71.72.75.76

Antes de ser afligido, estaba descarriado;
pero ahora cumplo tu palabra.
Tú eres bueno y haces el bien:
enséñame tus mandamientos.

Me hizo bien sufrir la humillación,
porque así aprendí tus preceptos.
Para mí vale más la ley de tus labios
que todo el oro y la plata.

Yo sé que tus juicios son justos, Señor,
y que me has humillado con razón.
Que tu misericordia me consuele,
de acuerdo con la promesa que me hiciste.

Enseñanza de san Pío de Pietrelcina (1887-1968)  ¿Por qué esta generación reclama un signo?  Creer incluso en la oscuridad

El Espíritu Santo nos dice: No dejéis que vuestro espíritu sucumba a la tentación ni a la tristeza porque el gozo del corazón es la vida del alma. La tristeza no sirve para nada y causa nuestra muerte espiritual. Sucede a veces que las tinieblas de la prueba abaten el cielo de vuestra alma, pero ¡ellas son luz! Es gracias a ellas que creéis aun en la oscuridad; el espíritu se siente perdido, teme no ver ya nunca más, de no comprender ya nunca más.

Pero ese es el momento en que el Señor habla y se hace presente al alma; y ésta escucha, comprende y ama en el temor de Dios. Para “ver” a Dios, no esperéis llegar al Tabor (Mt 17,1) siendo así que lo contempláis ya en el Sinaí (Ex 4,18). Progresad con el gozo de un corazón sincero y totalmente abierto. Y si no os es posible conservar esta alegría, cuando menos no perdáis la valentía y mantened toda vuestra confianza en Dios.

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