Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo

Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo

Evangelio según san Marcos 8,27-33

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?». Ellos le contestaron: «Unos, Juan el Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas». Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?». Tomando la palabra Pedro le dijo: «Tú eres el Mesías». Y les conminó a que no hablaran a nadie acerca de esto. Y empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días». Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro: «Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!».

Comentario del Evangelio

A propósito del caminar que hemos venido recorriendo en estos días, el Evangelio nos cuenta que los discípulos están en proceso de llegar a ver, por eso Jesús pregunta por su identidad. En este escenario Jesús espera claridad y compromiso. No basta una respuesta fácil. La actitud de Pedro, a veces es nuestra actitud y con ella, impedimos la vida y la libertad, y no reconocemos la acción de Dios. Hoy es un buen día para reflexionar sobre nuestra imagen de Jesús. Es muy fácil quedarse solamente con una de sus facetas. Algunos entendemos a Jesús de una forma, otros de otras. Hoy nos preguntamos:

¿Con qué imagen me quedo yo?

¿Soy capaz de reconocer al Señor aun en aquello que me molesta?

¿Tengo claridad de quien es Jesús para mi?

Lecturas del día

Lectura del libro del Génesis 9,1-13

Dios bendijo a Noé y a sus hijos diciéndoles: «Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra. Todos los animales de la tierra y todas las aves del cielo os temerán y os respetarán; todos los reptiles del suelo y todos los peces del mar están a vuestra disposición. Todo lo que vive y se mueve os servirá de alimento: os lo entrego todo, lo mismo que los vegetales. Pero no comáis carne con sangre, que es su vida. Pediré cuentas de vuestra sangre, que es vuestra vida; se las pediré a cualquier animal. Y al hombre le pediré cuentas de la vida de su hermano.

Quien derrame la sangre de un hombre, por otro hombre será su sangre derramada; porque a imagen de Dios hizo él al hombre. Vosotros sed fecundos y multiplicaos, moveos por la tierra y dominadla».

Dios dijo a Noé y a sus hijos: «Yo establezco mi alianza con vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañan, aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Establezco, pues, mi alianza con vosotros: el diluvio no volverá a destruir criatura alguna ni habrá otro diluvio que devaste la tierra». Y Dios añadió:

«Esta es la señal de la alianza que establezco con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las generaciones: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra».

Sal 101,16-18.19-21.29.22-23

El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra

Los gentiles temerán tu nombre;
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sion,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones.

Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte.

Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia.
Para anunciar en Sion el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor.

Reflexión de las lecturas de hoy   ¿Quién decís vosotros quién soy yo?: Curiosidad o provocación

Ante esta pregunta uno debe preguntarse cuál es la intención: ¿será sólo una pregunta de curiosidad? ¿o será una provocación? Sería muy atrevido por mi parte el decir cuál era la intención, pero, desde luego pienso, humildemente, que a mi me suena a provocación para ellos, sus discípulos, y para nosotros sus seguidores.

Jesús ya lleva un tiempo con sus discípulos. Van escuchándole y viendo cómo es su actuación. Va viendo la reacción de la gente y está interesado en lo que ellos observan. Lo que más le interesa a Jesús es lo que piensan ellos. De ahí la pregunta: ¿Quién decís vosotros que soy yo?

Al escuchar, hoy, este evangelio podríamos preguntarnos si no es para nosotros también esta pregunta una provocación. Para Pedro la respuesta le pareció fácil, pero fue recriminado por Jesús, su afirmación de ser el Mesías, era respuesta intelectual, pero no vital. ¿No nos pasará lo mismo a nosotros?

Cuando nos preguntan sobre Jesús con facilidad respondemos con grandes y elocuentes títulos y palabras, pero después esas afirmaciones no tienen repercusión en nuestra vida. Para nosotros, también para mí, no es algo intelectual, sino vital. Sabemos que al final, y ahora, los no creyentes, no nos preguntarán si sabemos mucho o poco sobre Jesús, sino si ha repercutido en nuestra vida o no. Nuestra respuesta será si está dando o no sentido a nuestra vida. Si está repercutiendo o no en nuestra actuación diaria. Si nos hace más felices y si nos sentimos más liberados de las situaciones por las que pasamos y que algo quieren decirnos.

Ponte detrás de mi

La respuesta que Jesús le hace a Pedro, después de su afirmación de que era el Mesías, también nos sirve de provocación a nuestras respuestas, cuando somos preguntados por qué somos seguidores de Jesús, y qué aporta a nuestra vida.

Lo primero que les aconseja, que no se lo digan a nadie, pues igual se equivocan. Lo mismo nosotros es no comunicar a nadie, pues igual nos equivocamos, si no somos consecuentes con esas afirmaciones.

Ellos no habían comprendido del todo la misión de Jesús, pues tenían una idea equivocada de lo que era el Mesías; será necesario que guarden silencio hasta que no lo comprendan del todo. Es necesario que le sigan, que sigan aprendiendo. Es necesario que se liberen de falsas concepciones del Mesías y de la idea que tenían de su misión. Su misión es muy comprometida con su Dios como su Padre y con la humanidad. Tienen que seguir aprendiendo de su actuación y los acontecimientos que le van a ocurrir por ser el Mesías.

¿No tendremos que seguir descubriendo qué repercusiones tiene para nuestra vida, las afirmaciones que hacemos sobre Jesús?Aquí está la provocación, seguir descubriendo las exigencias de ser seguidores de Jesús y qué retos nos exige, para proponer a los demás el ser seguidor de Jesús.

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