Evangelio: Mt. 7, 7-15

PADRE NUESTRO

En Señor nos enseña su maravillosa oración, dirigida a su Padre, a quien llama Abba: papacito.
Orar, rezar, tiene muchas formas. Puede ser una conversación, un mutuo escuchar, una relación de amistad, de Hijo con su padre.
Es un encuentro como cuando dos amigos se ven y comparten lo que les interesa a ambos.
Hay varias cosas que nos enseña el Señor en esta oración y una de ellas, en la que pone un fuerte énfasis es el perdón; aparece en estos pocos versículos, varias veces.
En la oración me encuentro con Dios, quien me perdona sin importarle cuánto he fallado.
Por mi parte debo entregar perdón a aquellos que me molestan o me hacen mal. Seré perdonado en la medida que yo perdone.
Recordemos que la verdadera oración es simple y confiada; a veces sin palabras.
En el Salmo 46,10, leemos: “Permanece quieto y sabrás que yo soy Dios”.
Mientras más rece el Padre Nuestro, más me daré cuenta de que es la mejor expresión de toda oración cristiana, una verdadera escuela de oración.
ORACIÓN
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy el pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; y no nos ,dejes caer en la tentación mas líbranos del mal. Amén