Evangelio según Lucas 4,14-22a
Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu y su fama se extendió por toda la región. Iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos. Vino a Nazaret, donde se había criado, entró, según su costumbre, en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías, desenrolló el volumen y halló el pasaje donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor sobre mí,
porque me ha ungido
para anunciar a los pobres la Buena Nueva,
me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos
y la vista a los ciegos,
para dar la libertad a los oprimidos
y proclamar un año de gracia del Señor.
Enrolló el volumen, lo devolvió al ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy.»
Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca.
Comentario del Evangelio
“¡Hoy se cumplen estas profecías que acaban de escuchar!” Su manera de enlazar la Biblia con la vida de la gente, produce una doble reacción. ¿Por qué se quedan escandalizados? Porque Jesús habla de acoger a los pobres, a los ciegos, a los oprimidos. Pero ellos no aceptan su propuesta. Y así, cuando Jesús presenta su proyecto de acoger a los excluidos, ¡él mismo es excluido!
Jesús enlaza la fe en Dios con la situación social de su pueblo. Y yo, ¿cómo vivo mi fe en Dios? ¿Qué hago yo?
Lecturas del dia
! Juan 4, 19—5, 4
Hijos míos: Nosotros amamos porque Dios nos amó primero. El que dice: “Amo a Dios”, y no ama a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama a su hermano, a quien ve? Éste es el mandamiento que hemos recibido de Él: el que ama a Dios debe amar también a su hermano. El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y el que ama al Padre ama también al que ha nacido de Él. La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.
El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga, porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo. Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe.
Sal 71, 1-2. 14. 15acd. 17
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. .
Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre. .
En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra..
Himno de San Romano el Melódico (?-c. 560) Sobre los que vivían en un país de sombra y de muerte, una luz brilló
“Hoy, Señor, te has manifestado al mundo, y tu luz nos ha iluminado, por eso, reconociéndote, elevamos a ti nuestro himno: Has venido, has aparecido, luz inaccesible”(1Tm 6,16)… “Dios, con su santa voz llamó al desobediente: ¿Dónde estás, Adán? (Gn 3,9) ¡Quiero verte! Aunque estés desnudo, aunque seas pobre, no te avergüences, porque yo me he hecho semejante a ti. Tu que querías llegar a ser Dios (Gn 3,5) no lo has conseguido: yo me he hecho carne”. Entonces, reconóceme y dí: Tú has venido, has aparecido, luz inaccesible “…
En la Galilea de los gentiles, en el país de Zabulón y la tierra de Neftalí como dijo el profeta, Cristo, la gran luz, ha resplandecido (Is 8,23-9,1); para los que habitaban en tinieblas, una gran luz brilló, brotando de Belén. El Señor nacido de María, el Sol de justicia, difunde sus rayos por el universo entero (Ml 3,20). “Por esto nosotros, desnudos hijos de Adán, reunámonos todos, revistámonos de Él para recibir su calor! Como reparación para los desnudos y luz para cuantos están en la tiniebla Tú has venido, has aparecido, luz inaccesible”.
“Aplaude, apláudele, oh Adán; ¡adora a aquel que te sale al encuentro! Mientras tú te retraías, Él se ha mostrado para que tú pudieses verlo, tocarlo y recibirlo. Él desciende a la tierra para portarte allá arriba, él se hace mortal para que tú te hagas dios y seas revestido de la dignidad primitiva, para reabrir el Edén ha puesto su morada en Nazaret”. Por todo esto, canta, hombre, canta y alaba al que se manifestó e iluminó a todo el universo.