Evangelio según San Juan 3,7b-15
Jesús le dijo a Nicodemo: Tenéis que nacer de nuevo. El viento sopla donde quiere y, aunque oyes su sonido, no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así son todos los que nacen del Espíritu. Nicodemo volvió a preguntarle: ¿Cómo puede ser eso?
Jesús le contestó: ¿Tú, que eres el maestro de Israel, no sabes estas cosas? Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y somos testigos de lo que hemos visto; pero no creéis lo que os decimos. Si no me creéis cuando os hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo vais a creerme si os hablo de las cosas del cielo?
Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del hombre ha de ser levantado, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Comentario del Evangelio
Recordar nuestro bautismo. No andemos a medias: se vive cuando se nace de nuevo. El testimonio de la primera comunidad interroga y suscita que los que la conocen tomen postura. La forma de vivir de cada comunidad es siempre un elemento esencial para la evangelización . Pero la imagen hacia la sociedad no se sostiene sin un corazón y un alma en común.
Cada Pascua es una oportunidad para revitalizar nuestro bautismo y dejar que nos renueve. Para ello miramos a Cristo en la cruz, la donación de amor que da a luz al nuevo hombre en el bautismo que sale de su costado abierto.
Esa nueva vida no viene por tradición, ni por cumplir unas prácticas. El camino es la “elevación”, es decir, la entrega de uno mismo desde el amor puesto a los pies de la cruz. Cada uno de nosotros ha de optar por la vida o por la muerte, ahí se forja l.a comunidad.
Lecturas del día
Libro de los Hechos de los Apóstoles 4,32-37
La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos. Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima.
Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades. Y así José, llamado por los Apóstoles Bernabé -que quiere decir hijo del consuelo- un levita nacido en Chipre que poseía un campo, lo vendió, y puso el dinero a disposición de los Apóstoles.
Salmo 93(92),1ab.1c-2.5
¡Reina el Señor, revestido de majestad!
El Señor se ha revestido,
se ha ceñido de poder.
Tu trono está firme desde siempre,
tú existes desde la eternidad.
Tus testimonios, Señor, son dignos de fe,
la santidad embellece tu Casa
a lo largo de los tiempos.