Jesús hizo muchas otras cosas

Jesús hizo muchas otras cosas

Evangelio según San Juan 21,20-25

Cuando Pedro le vio, preguntó a Jesús: Señor, ¿y qué hay de este? Jesús le contestó: Si yo quiero que permanezca hasta mi regreso, ¿qué te importa a ti? Tú sígueme. Por esto corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no había dicho que no moriría, sino: Si yo quiero que permanezca hasta mi regreso, ¿qué te importa a ti? Éste es el mismo discípulo que da testimonio de estas cosas y lo ha escrito. Y sabemos que dice la verdad. Jesús hizo otras muchas cosas. Tantas que, si se escribieran una por una, creo que en todo el mundo no cabrían los libros que podrían escribirse.

Comentario del Evangelio

Pedro sabía que el Maestro sentía especial cariño hacia otro discípulo, destacado por su fidelidad, su amor, su capacidad de reconocer a Jesús. Por eso no entendía por qué se le confiaba a él la misión de conducir la Iglesia, y preguntaba: “¿Qué hay de este?”. Jesús respondió: “¿Qué te importa a ti?”. Así nos invita a dejar de lado las vanidades, las comparaciones, las necesidades de reconocimiento. Se trata de servir con la propia misión. El discípulo amado recibió una misión que no tiene que ver con el poder, sino con la verdad que permanece. Él nos dejó su enseñanza y su testimonio en el cuarto evangelio. Ojalá cada uno de nosotros se preocupara más por dar testimonio de Jesús que por las vanidades y deseos de ser más que otros.

Lecturas del día

Libro de los Hechos de los Apóstoles 28,16-20.30-31 

Cuando llegamos a Roma, recibió autorización para alojarse en una casa particular con un soldado que lo custodiara. Tres días después convocó a los judíos principales, y cuando se reunieron les dijo: “Hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo ni contra las costumbres de nuestros padres, fui arrestado en Jerusalén y puesto en manos de los romanos. Después de interrogarme, quisieron dejarme en libertad, porque no encontraban en mí nada que mereciera la muerte; pero ante la oposición de los judíos, me vi obligado a apelar al Emperador, sin querer por esto acusar en nada a mi pueblo.  Por eso he querido verlos y hablarles, ya que a causa de la esperanza de Israel llevo estas cadenas”. Pablo vivió dos años enteros por sus propios medios, recibiendo a todos los que querían verlo, proclamando el Reino de Dios, y enseñando con toda libertad y sin encontrar ningún obstáculo, lo concerniente al Señor Jesucristo.

Salmo 11(10),4.5.7

El Señor está en su santo Templo,
el Señor tiene su trono en el cielo.
Sus ojos observan el mundo,
sus pupilas examinan a los hombres.

El Señor examina al justo y al culpable,
y odia al que ama la violencia.
Porque el Señor es justo y ama la justicia,
y los que son rectos verán su rostro.

Leer el comentario del Evangelio por  Juan Pedro de Caussade (1675-1751)  El mundo entero no bastaría para contener los libros que se escribieran

Desde el origen del mundo, Jesucristo vive en nosotros; él actúa en nosotros todo el tiempo de nuestra vida…; comenzó en sí mismo, y en sus santos continúa una vida que no terminará jamás…Si «el mundo entero no es capaz de contener todo lo que se podría escribir acerca de Jesús», sobre lo que hizo, o lo que dijo, y acerca de su vida; si el Evangelio nos esboza unas cuantas líneas, si la primera hora es tan desconocida y tan fecunda, ¿cuantos evangelios sería necesario escribir para trazar la historia de todos los momentos de esta vida mística de Jesucristo, que multiplica las maravillas hasta el infinito y las multiplicará eternamente, puesto que todos los tiempos, propiamente dicho, no son más que la historia de la acción divina? El Espíritu Santo marcó en caracteres infalibles e incontestables algunos momentos de esta vasta duración; recogió en las Escrituras algunas gotas de este mar; hace ver de qué maneras secretas y desconocidas hizo aparecer Jesús al mundo…

El resto de la historia de esta divina acción que consiste en toda la vida mística que Jesús lleva en las almas santas, hasta el fin de los siglos, es sólo el objeto de nuestra fe…Ahora el Espíritu Santo sólo escribe evangelios en el corazón; todas las acciones, todos los momentos de los santos son el evangelio del Espíritu Santo; las almas santas son el papel, sus sufrimientos y sus acciones son la tinta. El Espíritu Santo, por medio de la pluma de su acción, escribe un evangelio viviente. Y no lo podremos leer que hasta el día de gloria, en el cual después de haber salido de la prensa de esta vida, lo publicarán. ¡Oh que bella historia! ¡El bello libro que el Espíritu Santo escribe actualmente! está por ser impreso, almas santas, no hay día en que las letras no sean retocadas, en que se les aplique la tinta, en que se impriman las hojas. Pero estamos en la noche de la fe: el papel es más negro que la tinta, este evangelio no se podrá leer sino en el cielo.

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