Evangelio según San Lucas 9,7-9
El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que pasaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: Es Juan, que ha resucitado. Otros decían: Es Elías, que se ha aparecido, y otros: Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado. Pero Herodes decía: A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿quién es este del que oigo decir semejantes cosas? Y trataba de verlo.
Comentario del Evangelio
Meditemos sobre Jesús en nuestra vida. Hoy solamente nos preguntamos:
¿Quién es Jesús para mi?
Lecturas del dia
Libro de Ageo 1,1-8
En el segundo año del rey Darío, el primer día del sexto mes, la palabra del Señor fue dirigida, por medio del profeta Ageo, a Zorababel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá y a Josué, hijo de Iehosadac, el Sumo Sacerdote, en estos términos: Así habla el Señor de los ejércitos: Este pueblo dice: “Todavía no ha llegado el momento de reconstruir la Casa del Señor”. Y la palabra del Señor llegó, por medio del profeta Ageo, en estos términos:
¿Es este acaso el momento de que ustedes vivan en sus casas revestidas de madera, mientras esta Casa está en ruinas? Ahora bien, así habla el Señor de los ejércitos: ¡Consideren la situación en que se encuentran! Ustedes han sembrado mucho, pero han cosechado poco; han comido, pero no se han saciado; han bebido, pero no han apagado su sed; se han vestido, pero no se han abrigado; y el asalariado ha puesto su jornal en saco roto.
Así habla el Señor de los ejércitos: Suban a la montaña traigan madera y reconstruyan la Casa; yo la aceptaré gustoso y manifestaré mi gloria, dice el Señor. ¡Consideren la situación en que se encuentran!
Salmo 149(148),1-2.3-4.5-6a.9b
Canten al Señor un canto nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que Israel se alegre por su Creador
y los hijos de Sión se regocijen por su Rey.
Celebren su Nombre con danzas,
cántenle con el tambor y la cítara,
porque el Señor tiene predilección por su pueblo
y corona con el triunfo a los humildes.
Que los fieles se alegren por su gloria
y canten jubilosos en sus fiestas.
Glorifiquen a Dios con sus gargantas;
ésta es la victoria de todos sus fieles.
San Agustín (354-430) Tratados sobre la primera carta de san Juan El deseo de ver a Cristo
San Juan escribe: «Os anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y se nos manifestó. Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos» (1Jn 1,2-3). Prestad atención: «Os anunciamos eso que hemos visto y oído». Ellos vieron al mismo Señor presente en carne, escucharon de la boca del Señor sus palabras y nos las anunciaron. Y nosotros, sin duda, también las hemos escuchado, pero no le hemos visto. ¿Es que somos menos dichosos que los que le vieron y escucharon? Entonces, ¿por qué san Juan añade: «Os lo anunciamos para que estéis unidos con nosotros»? Ellos vieron; nosotros no hemos visto, y sin embargo, estamos unidos a ellos porque tenemos la misma fe.
Al discípulo que pidió tocar para creer… el Señor le dijo, para consolarnos a nosotros que no podemos tocar pero podemos llegar al Señor por la fe: «Dichosos los que crean sin haber visto» (Jn 20,29). Él habla de nosotros, es a nosotros que nos señala. ¡Que se cumpla pues, en nosotros, esta bienaventuranza que el Señor prometió! Creamos firmemente lo que no hemos visto; los que lo vieron nos lo han anunciado para que estemos en comunión con ellos y tengamos «la plenitud de la fe» (v. 4).