Evangelio según San Juan 15,18-21
Jesús dijo a sus discípulos: «Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia. Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes. Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.»
Comentario de Santa Catalina de Siena (1347-1380)
[Santa Catalina escuchó a Dios decirle:] No miren para atrás, dando la espalda al arado, por temor a las criaturas o a las penas: en las tribulaciones pueden alegrase. El mundo se complace en hacer mil injusticias. Sólo entristézcanse por esas injusticias del mundo, al considerar que son ofensas que me hacen. Ofendiéndome, los ofenden a ustedes, y ofendiéndolos a ustedes ellas me ofenden. Porque he devenido uno con ustedes.
Lo sabes bien, les he dado mi imagen y semejanza, pero la han perdido por el pecado. Para rendirles de nuevo la vida de la gracia, he unido mi naturaleza a ustedes, cubriéndola con su humanidad. Así, de ustedes que son mi imagen, yo tomé mi semejanza al revestir la forma humana. Soy uno con ustedes, si su alma no se separa de mí por el pecado mortal, ya que el que me ama permanece en mí y yo en él. Sin embargo, será perseguido por el mundo, porque el mundo no está en conformidad conmigo. Por eso ha perseguido a mi Hijo único hasta la muerte ignominiosa de la cruz. Así hará con ustedes: los persigue, los perseguirá hasta la muerte, porque no me ama. Si el mundo me amara, los amaría también. Pero, alégrense, ya que su alegría será grande en el cielo.
Lecturas del día
Libro de los Hechos de los Apóstoles 16,1-10
Pablo llegó luego a Derbe y más tarde a Listra, donde había un discípulo llamado Timoteo, hijo de una judía convertida a la fe y de padre pagano. Timoteo gozaba de buena fama entre los hermanos de Listra y de Iconio. Pablo quería llevarlo consigo, y por eso lo hizo circuncidar en consideración a los judíos que había allí, ya que todo el mundo sabía que su padre era pagano. Por las ciudades donde pasaban, transmitían las decisiones tomadas en Jerusalén por los Apóstoles y los presbíteros, recomendando que las observaran. Así, las Iglesias se consolidaban en la fe, y su número crecía día tras día. Como el Espíritu Santo les había impedido anunciar la Palabra en la provincia de Asia, atravesaron Frigia y la región de Galacia. Cuando llegaron a los límites de Misia, trataron de entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. Pasaron entonces por Misia y descendieron a Tróade. Durante la noche, Pablo tuvo una visión. Vio a un macedonio de pie, que le rogaba: “Ven hasta Macedonia y ayúdanos”. Apenas tuvo esa visión, tratamos de partir para Macedonia, convencidos de que Dios nos llamaba para que la evangelizáramos.
Salmo 100(99),1-2.3.5
Aclame al Señor toda la tierra,
sirvan al Señor con alegría,
lleguen hasta él con cantos jubilosos.
Reconozcan que el Señor es Dios:
él nos hizo y a él pertenecemos;
somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
¡Qué bueno es el Señor!
Su misericordia permanece para siempre,
y su fidelidad por todas las generaciones.