Demos de nuestro tiempo al Espíritu Santo
Cerremos los ojos por un instante y dediquemos un momento de nuestro tiempo sólo al Espíritu Santo. Digámosle que nuestro tiempo es sólo para él y nada más que para él, porque él lo merece más que nadie. Si dedicamos tanto tiempo a las cosas de este mundo, es justo que[…]